Prácticas Alta PrioridadLas Prácticas de Alta Prioridad de las Guías SAFER  identifican un subconjunto de procesos que determina qué es de “Alto riesgo” y “Alta prioridad”, destinado a cubrir todas las áreas que tienen un papel en la seguridad de las Tecnologías de la Información Sanitarias (TIS).

Si queremos abordar de alguna manera la seguridad del paciente en las TIS en algún ámbito de nuestra organización, las prácticas de esta guía son las que deben evaluarse en primer lugar, pues nos van ayudar a identificar qué prácticas deberán priorizarse y cuáles de las otras ocho guías más específicas deberán abordarse en primer lugar.

Esta guía puede ayudar a las organizaciones a priorizar los problemas de seguridad del paciente relacionados con las TIS, y a los responsables relacionados con la seguridad del paciente en cada organización sanitaria a centrarse en los retos y los riesgos más importantes introducidos por las TIS.

Evaluar las Prácticas de Alta Prioridad es lo mínimo que podemos hacer en nuestras organizaciones sanitarias con respecto a la seguridad de las TIS para los Pacientes.

Esta primera guía está diseñada como una lista de verificación, detallando las prácticas recomendadas para una óptima gestión de la seguridad y el uso seguro de las TIS y proponiendo varias fases según riesgo y prioridad. Aborda de manera sencilla el conjunto de problemas de seguridad del paciente tratados con mayor detalle en el resto de guías SAFER.

Es recomendable constituir un equipo multidisciplinar para completar la autoevaluación de las Prácticas de Alta Prioridad, y en general de todas las guías SAFER. Es imprescindible el compromiso de las personas, tanto de dentro como de fuera de la organización (por ejemplo, los desarrolladores de tecnologías de la información sanitarias, y otros proveedores de servicios diagnósticos), y se requiere el compromiso de la dirección de la organización para evaluar si debe realizarse y cómo afecta una práctica recomendada en particular a la capacidad de la organización para ofrecer una atención segura y de alta calidad.

Esta autoevaluación la debe completar un equipo multidisciplinar y evaluar los riesgos potenciales de las TI de la Salud para la seguridad de los pacientes en el contexto de su organización de salud en particular.

Completar la autoevaluación de esta guía permitirá una instantánea precisa del estado de las TIS de la organización (en términos de seguridad del paciente) y, aún más importante, conducirá a un consenso sobre el camino futuro de la organización para optimizar sus TIS tanto en seguridad como en calidad.

Prácticas Recomendadas para la Fase 1. TI para la salud Seguras[1].

  • 1.- Copias de respaldo y Servidores redundantes.
  • 2.- Procedimientos para los tiempos de parada y de reactivación.
  • 3.- Utilización de estándares para introducir las listas de alergias, listas de problemas y resultados de las pruebas diagnósticas.
  • 4.- Peticiones basadas en la evidencia y formularios tipo para condiciones clínicas comunes, procedimientos y servicios.
  •  5.- Disponibles y funcionando características y funciones interactivas de soporte a la decisión clínica.
  • 6.- Se ponen a prueba las modificaciones para asegurar que los datos no se pierdan ni se introduzcan, se muestren, o se transmitan incorrectamente.
  • 7.- Se revisan el conocimiento clínico, las reglas y la lógica incorporada a las TIS siempre que se realicen cambios.
  • 8.- Los procedimientos aseguran la identificación precisa del paciente en cada paso.

 

Prácticas Recomendadas para la Fase 2. El uso Seguro de las TI Sanitarias.

  • 9.- Se muestra información para identificar al paciente en las pantallas e impresiones.
  • 10.- La interfaz hombre‐máquina es fácil de usar y asegura que la información es visible, legible y comprensible.
  • 11.- Seguimiento de las órdenes de petición en el sistema.
  • 12.- Los médicos pueden anular las intervenciones clínicas generadas por ordenador, cuando lo consideren necesario.
  • 13.- Se utilizan las TIS para las peticiones de medicamentos, las pruebas diagnósticas y los procedimientos.
  • 14.- Hay expertos para proporcionar apoyo continuo a clínicos.
  • 15.- Se han establecido peticiones predefinidas para los medicamentos y pruebas diagnósticas más comunes (laboratorio / radiología).

 

Prácticas Recomendadas para la Fase 3 – Supervisión y Control de las TIS

  • 16.- Se monitorizan las métricas clave de seguridad de TIS relacionadas con la práctica / organización.
  • 17.- Los riesgos de TIS relacionados con la seguridad del paciente se informan a todos los responsables y se toman medidas para hacerles frente.
  • 18.- La optimización de la seguridad y el uso seguro de las TIS incluyen el compromiso clínico.

[1] Ver Impacto de las Tecnologías de la Información Sanitarias en la Seguridad del Paciente III. Herramientas.

Índice de la serie Impacto de las Tecnologías de la Información Sanitarias en la Seguridad del Paciente

Autores:

Grupo de Trabajo 50 Sombras de GEIT. APISA. 2016

Ana I Borrego
Inmaculada Castejón
Ana M Chups
Juan Diaz
Mª Carmen Dominguez
Manuel Jimber
Beatriz Martínez
Manuel Quintas
Diego Rodero
Ana B Sánchez
Luis Santiago Sánchez
Fran Sánchez
Victoria Zafra

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Impacto de las Tecnologías de la Información en la Seguridad del Paciente IV. Guías SAFER. Prácticas de Alta Prioridad

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